La crisis y la venta ‘online’ vacían uno de cada tres locales comerciales
/en ACSComerciantes y empresarios del sector inmobiliario defienden que 10.000 de los más de 30.000 locales vacíos en Cataluña podrían ser viviendas.
Cada vez es menos rentable tener una actividad comercial en las plantas bajas de las zonas urbanas que no son ejes comerciales. La crisis y el auge del comercio por Internet han llevado a muchos comerciantes a bajar la persiana, y en muchos casos nadie está dispuesto a ocupar el establecimiento. En Cataluña ya hay 30.281 locales comerciales que están vacíos, un 7,1% más que hace tres años, según un estudio presentado ayer por la asociación de comerciantes RetailCat y la inmobiliaria Amat. Los impulsores del informe aseguraron que unos 10.000 ya se podrían rehabilitar como viviendas pero piden la implicación de las administraciones.
La asociación de comerciantes y la inmobiliaria Amat quisieron abrir un debate para dar solución a dos problemas que sufren los municipios catalanes, especialmente Barcelona. Por un lado, la transformación del sector del comercio, revolucionado por el auge de la venta electrónica. Y por otro, la creciente demanda de vivienda de alquiler, que ha puesto los precios por las nubes.
La primera de las problemáticas va al alza. En los últimos tiempos ha crecido un 7,1% el volumen de establecimientos que no se usan para nada desde hace como mínimo cinco años. Solo en Barcelona hay entre 8.000 y 10.000 locales vacíos; en L’Hospitalet de Llobregat, 4.088; y en ciudades como Reus o Sabadell, más de 1.000 y 400 respectivamente.
Los comerciantes explican este fenómeno por el incremento de las compras por Internet y por el cambio de estrategia de las grandes marcas. En lugar de apostar por dispersarse en el territorio, las empresas concentran su presencia en los centros de las ciudades, donde promocionan su imagen con las llamadas flagship stores, y incrementan la inversión en la venta online.
Por todo ello, desde los últimos años se ha intensificado la actividad en los ejes comerciales del centro de las ciudades, mientras que los ejes periféricos se van quedando desiertos. La ocupación media en Cataluña de los locales en los ejes comerciales es del 90,5%, mientras que en la periferia no llega al 69%.
Según los comerciantes, ha llegado el momento de redibujar la oferta comercial de las ciudades, y de dar un uso más eficiente a los locales que sobran. La vicepresidenta de la inmobiliaria Amat, Joana Amat, aseguró ayer que estos establecimientos podrían ser una solución a la gran demanda de alquiler que hay en ciudades como Barcelona. En 2017, el alquiler medio en la capital catalana se situó en los 877 euros, un 10% más que el año anterior.
“La situación es de emergencia social, y esta puede ser una de las soluciones: ya hay unos 10.000 locales vacíos que podrían convertirse en viviendas”, afirmó Amat. La vicepresidenta de esta inmobiliaria considera que estos pisos tendrían como inquilino ideal a los jóvenes y a las personas mayores. “Se está expulsando a los jóvenes del Área Metropolitana, que no pueden pagar el alquiler, y a la vez hay un incremento de la gente mayor que vive sola y que está hacinada en pisos altos sin ascensor o con poca movilidad”, argumentó Amat, que puso en valor el hecho de que los locales estén en plantas bajas.
Pero la propuesta de los comerciantes y del sector inmobiliario choca con las reticencias de las administraciones. Amat, que lleva años presentando esta propuesta a los Ayuntamientos, explicó ayer que la respuesta suele ser la misma: el cambio de uso de comercial a vivienda podría disparar el precio y fomentar la especulación. “Esto no es especulación, es negocio, es darle un uso diferente a algo que no se utiliza para darle valor”, defendió. “Esperamos que las administraciones entiendan el mensaje y se impliquen”, pidió Calbet. “Lo absurdo es que no damos cédulas de habitabilidad a estos locales pero en cambio hay pisos antiguos con muchas infracciones que sí las tienen”, añadió Amat, que consideró que la inversión para rehabilitar estos establecimientos es muy baja y, en cambio, la rentabilidad y la eficiencia están aseguradas.
10.000 LOCALES VACÍOS EN BARCELONA