El Sector cierra una irregular campaña de rebajas con una sensación agridulce
Con una sensación agridulce finaliza la campaña de rebajas de verano en Castilla y León, que ha mostrado un comportamiento irregular en un momento en el que el comercio necesita
recuperarse de la falta de liquidez provocada por la caída del consumo durante un año y medio de cierres, limitaciones y restricciones provocadas por la pandemia de covid.
“Ha sido una campaña extraña, llena de altibajos, con gran preocupación entre empresarios y autónomos que la iniciaban con un estocaje importante en el Comercio, y la necesidad de
inyectar liquidez a sus negocios para poder evitar cierres de actividad”, reconoce Adolfo Sainz, presidente de la Confederación de Empresarios de Comercio de Castilla y León (CONFERCO)
“Nos encontramos en un momento de mucha incertidumbre, a caballo entre una profunda crisis económica derivada de la pandemia y el inicio de la recuperación”, reflexiona Sainz, que
considera que “al comercio le queda aún mucho camino que recorrer hasta poder respirar con algo de calma”.
La campaña –que preveía al inicio, en junio, una mejora de las ventas con respecto a las del pasado año– ha sido irregular, tanto por la facturación, como en análisis por subsectores.
“Comenzamos junio con muy buenas sensaciones ante unas rebajas agresivas en las que teníamos el objetivo de recuperar las ventas de 2019 tras caídas, el pasado año, que en
subsectores como el textil llegaron a ser del 40%, pero julio ha sido un mes raro en el observamos un frenazo del consumo”, explica el presidente de la patronal del Comercio
castellano y leonesa.
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