Las ventas del final de las rebajas confirman la tendencia de contención del consumo.
Las promociones continuadas y sin límite el resto del año, así como la pérdida de poder adquisitivo y la inestabilidad política, provocan el fracaso de las rebajas una vez más.
“Ya no vale con la inquietud generalizada por la situación del sector: hace falta urgentemente pasar a la acción con medidas concretas”.
El fracaso de las rebajas es un hecho: a las impresiones negativas de los comerciantes se unen un mes más los datos que ofrece el Índice del Comercio Minorista. Durante el pasado agosto, el crecimiento interanual fue de un moderado 0,3%, si bien el único formato que presentó ventas al alza fueron las grandes cadenas (1,4%). En concreto, los pequeños y medianos comercios cayeron un -0,4%, acumulando ya un descenso en lo que va de año del -0,8%. Por lo tanto, la campaña de rebajas de verano para el comercio de proximidad no ha alcanzado ni siquiera el leve repunte que supusieron el pasado año.
Como venimos insistiendo desde la Confederación Española de Comercio, la política de promociones continuadas a lo largo de todo el año que practican las grandes cadenas ha hecho que el consumidor pierda interés por las rebajas, provocando por tanto que las pymes de comercio carezcan de un período definido para dar salida al stock acumulado a un menor precio.
La ralentización del consumo, determinada a su vez por un poder adquisitivo menguante y el cambio en los hábitos del consumidor, son motivos también de la falta de afluencia de clientes a las tiendas en rebajas. Además, la inestabilidad política reduce la confianza de los consumidores (en el mes de agosto bajó 3,7 puntos con respecto al mes anterior), un dato que tiene su reflejo directo en las ventas.
El presidente de la CEC advierte sobre el fracaso del actual modelo de rebajas, al tiempo que pide una reflexión de todo el sector para reconducir esta situación. Manuel García-Izquierdo asegura que “aunque queremos ser positivos y afrontar los próximos meses con optimismo, los datos que nos llegan mes a mes nos lo ponen muy difícil”.
Por eso, pide a las administraciones que de las intenciones se pase de una vez a soluciones claras y eficaces: “sobre el papel, hay una preocupación generalizada por la difícil situación que atraviesa el pequeño y mediano comercio, pero necesitamos urgentemente que esa inquietud se transforme en medidas concretas que apoyen y ayuden al sector frente a los desequilibrios competitivos”.
A pesar de la caída de las ventas que registra un mes más el comercio de proximidad, la ocupación aumentó de nuevo ligeramente en el mes de agosto (+0,7%); unos datos que no hacen más que confirmar el esfuerzo por parte de los comerciantes por la continuidad de sus negocios.